Mochileros y granjeros se codean en los 'chicken buses'. Un zumo con vistas al volcán de Agua en la terraza del café Sky y tamales en La Fonda de
No es ciudad de Erasmus, aunque lo parezca. En sus callejuelas empedradas se codean turistas de un día con estudiantes extranjeros que eligieron el enclave colonial para estudiar español y aprender a bailar salsa. La ciudad es pequeña y se conquista a pie. Y orientarse es tan fácil como en Manhattan: las calles se ordenan por números y puntos cardinales.
08.00 La cuadrícula y el volcán
Antes de perdernos por su cogollo histórico, nada mejor que espiar la ciudad desde lo alto del Cerro de la Cruz(1) (al norte de Antigua), al que se sube en apenas 15 minutos a pie o en coche. Desde arriba parece una pequeña maqueta de casas de colores dispuestas en forma de cuadrícula. Debido a los numerosos seísmos que la han asolado, está prohibido construir a más de dos alturas. Si el día no está nublado, al fondo se divisa el volcán de Agua.
09.00 Placeres matutinos
Guatemala posee un excelente café, así que el desayuno pasa por este negro placer. Ojo: el café solo aquí es como el americano español. Si se desea cargado, mejor pedir un expreso. En los soportales de la plaza Central (2) hay varias opciones. En El Portal (5ª Avenida) ofrecen gran variedad de cafés y hasta un granizado de chocolate. A pocos metros, y sin cruzar de acera, café Condesa (4ª Calle Oriente,
10.00 'Wi-fi' en la plaza colonial
Empezamos el paseo en la plaza Central, punto de encuentro de oriundos y turistas, despistados, limpiabotas y enamorados. Es una plaza con jardín, tirando a pequeña, aunque, increíblemente, con wi-fi. No tiene pérdida: está al final de la calle del Arco, la más famosa de Antigua, llamada así por el arco - (3) que
12.00 Cinco mangos por menos de un euro
El país de la eterna primavera cuenta con una huerta envidiable. Como muestra, su populosomercado (7) (entre calzada de Santa Lucía y avenida Recolección). Un espectáculo colorista donde se venden carnes, ultramarinos, frutas, verduras y flores. También hay puestos con un teléfono fijo que se alquila por minutos. En algún momento puede resultar asfixiante y, todo hay que decirlo, a los vendedores no les entusiasmamos los guiris cámara en ristre y con cero ganas de gastar. Así que convirtámonos en compradores: por poco menos de un euro podemos hacernos con cinco mangos de esos que saben de verdad. A pocos metros: el Mercado de Artesanía (8). Miramos tranquilamente las réplicas de las camionetas, manteles, camisolas y lo más demandado: bolsos realizados con sacos de café reciclados. Siempre hay que regatear. Pared con pared,
16.00 Donde durmió Bill Clinton
En Antigua proliferan las galerías de arte, como La Antigua (9) (4ª Calle Oriente, 15), situada en una antigua casona señorial, o la galería Panza Verde (10) (5ª Avenida Sur, 19), donde, además, podemos tomar algo en el bar o en su restaurante, considerado el mejor de la ciudad en 2008. Por cierto, lo de la panza verde alude al mote con que se conocía a los habitantes de Antigua en tiempos duros, en los que lo único que podían llevarse a la boca eran aguacates. A una manzana, en el hotel La Posada del Ángel (11) (4ª Avenida Sur, 24) no hay arte más allá del edificio colonial del siglo XVI, pero nos recuerdan orgullosos que aquí durmió Bill Clinton siendo presidente de EE UU.
19.00 Chiles ricos y traicioneros
Recuperamos el aliento con una puesta de sol con vista a los volcanes de Agua, de Fuego y Acatenango saboreando un zumo de frutas en la terraza del café Sky (12) (1ª Avenida Sur, esquina 6ª Calle). El estómago da señales de vacío y hay que elegir dónde cenar. Si buscamos buena cocina tradicional chapina, lo mejor es probar con el jocón de pollo en salsa verde o elpepián (asado de carne en salsa de café y chiles) en
22.00 Hasta el cierre... y más allá
Después de cenar llega la fiesta con mayúsculas. Para bailar salsa,
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